A ver, como les explico…
Así como lo han leído, hoy les voy a hablar sobre Síndrome de Repulsión Súbita, o SRS según sus siglas, el cual hace referencia a lo que experimenta alguien al pasar de forma abrupta, del enamoramiento al rechazo absoluto de su pareja, que se puede manifestar hasta con asco. Este rechazo o fijación radica en una característica que consideramos repulsiva es tanto, que llega a impedir que la persona que lo padece recuerde porque se sentía enamorado.
Para las personas que presentan SRS el factor que les genera el rechazo hacia su pareja llega a ocupar muchísimo de su pensamiento y atención.
Son varias las razones para el SRS, pero la más común de ellas es poner a la pareja en un pedestal, cuando casi le quitamos las posibles características que le dan la calidad que “mortal”. Cuando sucede esto, se tiende a idealizar a la persona, entonces cualquier defecto llega a romper con esa idea de perfección y muchas veces puede ser tan impactante que luego es difícil hacerlo a un lado, por lo cual la característica que consideramos no deseable termina sobredimensionándose. La idealización puede ser no solo con la pareja, sino también con lo que representa una relación de pareja, en este caso se llega a tener una visión utópica de la relación de pareja en sí.
Por otra parte, el SRS puede deberse a la inmadurez y falta de recursos para expresar nuestro descontento o lo que no nos gusta. Cuando uno de los miembros de la pareja es inmaduro, puede que preste demasiada atención u otorgue muchísimo valor a temas superficiales o relacionados al aspecto, dejando de ver a la persona como un todo, y reduciéndola a una característica que se vuelve capaz de hacer que las otras sean minimizadas o hasta imperceptibles. Cuando el problema es la falta capacidad para comunicar a la pareja las cosas que nos desagradan, hace que la persona sienta que “no sabe cómo decirle”, “que se va a molestar”, o que necesariamente la conversación será ineficiente y por eso deciden no hablar sobre lo que les causa rechazo y así llegar a una posible solución.
En otras ocasiones el SRS es producto el miedo al compromiso, pero cuando es así la persona que experimenta este Síndrome presenta un patrón, ya que lo que realmente evita es el compromiso, termina buscando en todas sus parejas algo que define como repulsivo o indeseado, hasta el punto de reducir a la persona a ese factor. En este caso, la diferencia con los planteamientos anteriores radica en que el rechazo no es realmente hacia la persona, si no al compromiso.
El SRS puede presentarse en una relación nueva, como en una duradera, pero, suele ser más frecuente en relaciones que no tienen mucho tiempo y que por ende no se han expuesto a situaciones de convivencia o más personales. Por esto, mi recomendación es no olvidar que idealizar a nuestra pareja no es bueno, al final estamos tratando con otro pobre mortal, taaaaan mortal como nosotros mismos.