A ver, cómo les explico…
En varias ocasiones me han pedido que escriba sobre Dependencia Emocional, ¡así que aquí voy!
Muchas personas tiene dudas sobre la diferencia entre sentir amor por alguien y dependencia, estas dudas en muchas ocasiones hacen que se queden en relaciones poco sanas y que perpetúen conductas que ellos mismos califican como inadecuadas. Creo que la forma más fácil de diferenciar entre amor y dependencia emocional es la siguiente: «Uno es capaz de determinar si realmente ama a alguien cuando entiende que no lo necesita». Aclaro, cuando encontramos a alguien que forma parte de nuestra vida y que le suma a todo lo bueno que ya tenemos, es fantástico saber que es parte importante de nuestro día a días y es algo que debemos agradecer, pero entre eso y necesitar hay una gran diferencia, ya que cuando necesitamos al alguien ¿cómo podemos valorar si lo queremos?.
Las relaciones de dependencia emocional son bastante disfuncionales, destructivas, desequilibras, en las cuales se idealiza a la pareja, donde la autoestima recibe duros golpes, llega a afectar nuestra salud física y emocional. Sin embargo, a pesar que las personas que sufren de dependencia emocional logran ver esto por momentos, se sienten incapaces de dejar la relación o, por otro lado, han tenido varios intentos infructuosos de hacerlo.
Cuando alguien que sufre de dependencia emocional logra terminar una relación, empieza el «Síndrome de Abstinencia», si, así como lo lee, igual que en caso de una persona alcohólica o que utiliza drogas. ¿En qué consiste en el acaso de la dependencia emocional? pues, precisamente cuando la persona que sufre de dependencia emocional logra terminar la relación vienen períodos de ansiedad y depresión, en los cuales se obsesionan con su pareja y con pensamientos relacionados, empiezan a hacer cosas que ellos determinaron como «jamás me creí capaz de hacer todo esto que se que me pone en ridículo o es pasar encima de mi dignidad» y están convencidos que todo el malestar que sienten, todo lo negativo, desaparecerá si logran volver con su ex pareja. Aun en esta fase pueden intentar salir con alguien más, pero siempre es en pro de que su ex se entero, que lo sepa, demostrar que está bien, que es feliz, que la vida continua y demás, pero nuevamente hasta esta nueva persona que puede aparecer es en función realmente de recuperar a su ex pareja, de llamar su atención.
Quienes estan en una relación de dependencia emocional tienen un apego excesivo a sus parejas, si algo en su vida de pareja no está bien, porque tuvieron una pelea, un mal entendido, etc., parece que todo lo demás se detiene y estas personas no son capaces de funcionar en las demás áreas de su vida, por más que se esfuercen es como si no tuvieran cabeza para absolutamente nada más. Lamentablemente, hasta las relaciones destructivas se van fortaleciendo y una relación donde reina la dependencia emocional no es la excepción.
La persona que sufre dependencia emocional puede engañarse, negar las cosas que están pasando y que parecen tan obvias para los demás, hasta justificar conductas injustificables de su pareja, el separarse de esa persona le ocasiona ansiedad extrema, miedo a no ser querido, a estar solo o sola, se culpan de todo lo que pasa que genera malestar en la relación, además siempre parece querer más atención, más tiempo, más amor, más todo, no importa en que proporciones lo reciba.
¿Qué si las personas que sufren de dependencia emocional tienen características comunes? En efecto, tienden a ser:
- Personas con baja autoestima.
- Miedo a la soledad.
- Presentan estados de animo que oscilan de un extremo a otro (ansiedad, depresión, culpa, preocupación constante.
- Adquieren un rol dominante o sumiso en la relación, puede oscilar entre uno y otro por periodos.
- Necesitan sentir que tienen acceso continuo a su pareja.
- Se anulan.
- Buscan tener un lugar prioritario en la relación, sienten que cualquier otra persona y/o actividad les roba tiempo con su pareja.
- Tienen pocas o malas habilidades sociales.
Una relación de pareja es un lugar de permanencia voluntaria para cada uno de los involucrados, no es sano aliviar el dolor regresando a la misma relación que ocasiona ese dolor.