A ver, cómo les explico…

He quedado impresionada de como todos en estos días andamos armando bronca casi por deporte, pero de forma simultánea nos mostramos absolutamente indiferentes antes cosas que podríamos, perfectamente y en alguna medida, cambiar. Pero ¿saben qué?, no creo que el problema sea tener bronca, creo que es hasta necesario viviendo los tiempos que vivimos; pero si estoy convencida de que no estamos encausando la bronca, por eso pasamos enojandonos, estallando, quejándonos, reclamando, etc., sobre más o menos cualquier cosa y luego, cuando llega una de esas broncas para la que deberíamos sacar las uñas, ya estamos tan cansados y carentes de cualquier recurso, que nos mostramos sumamente indiferentes.

Estoy más que clara que todos tenemos nuestros temas que nos vuelven locos y claro que tenemos absoluto derecho a tenerlos, pero ahora resulta que reventamos por esos temas y todos los otros que nos puedan servir de excusa.

Una de las más frecuentes es la bronca sobre el tráfico… ¡Y está bien! ¿y a quién no le iba a molestar este desorden, tanta agresividad al volante, tanta espera? Pero mi pregunta es ¿y Ud. Qué está haciendo al respecto? Ud. pita, tira el carro porque ya se lo tiro alguien a Ud, no da paso y por supuesto que se queja todo el camino… Pero mi pregunta es está ¿se han dado cuenta que tanto peleamos por cosas de carente o poca importancia, mientras nos mostramos terriblemente indiferentes antes cosas de real importancia?

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Con esto no pretendo que todos graduemos eventos con la misma escala de importancia, ni que prioricemos de la misma forma, creo que todo el tema de la importancia, al ser algo que depende directamente de las consecuencias que nos genera hacer o no tal cosas, es algo totalmente subjetivo.  sin embargo escucho gente sentada enumerando las serie de consecuencias que les traerá tal cosa o situación y aún así permanecen con los brazos cruzados, mientras el football, que no les sirva la internet en el teléfono o que el tráfico no se mueva al ritmo con más rapidez, los puede volver totales energúmenos dispuestos a manifestarse en el redondel más cercano.

Pero yo hoy les quiero proponer, que tal si seguimos teniendo bronca, ¿por qué no?, pero que tal si en vez de estar dispuestos constantemente a perder parte de la dentadura por situaciones o cosas que no consideramos realmente importantes, aprendemos a «encausar la bronca» y armamos estos despelotes monumentales por cosas que realmente generen un cambio. Si, si, ya seeee, aquí es cuando muchos están pensando «y yo solo que voy a cambiar», pues cada vez que a mi se me, pasa es línea por la cabeza me acuerdo de un proverbio africano que leí hace mucho, que dice:

   «Si Ud. cree que es demasiado pequeño para hacer un cambio, es porque nunca ha pasado una noche con un mosquito en su habitación».

Yo de ahora en adelante propongo que cada vez que empecemos a sentir que el monstruo que cada uno llevamos dentro se empieza a salir de la jaula para armar bronca, contemplemos estos puntos:

  1. Pregúntese: ¿Dentro de 1 año esto va a seguir siendo importante? Se va a dar cuenta que en la mayoría ocasiones la respuesta es un rotundo ¡NO!, y verá como muchas veces hasta le hace gracia el por qué de su «conato» de enojo y sentirá como todo pasa casi inmediatamente.
  1. Recuerde: hígado solo tiene uno, es de esos órganos que no vienen en par, así que deje de acabárselo a puro enojo. Tenga en cuenta que es enojo es tomar veneno esperando que sea quien lo hizo enojar el que muera, cuando es Ud mismo el que termina cargando con los mayores costos y peores consecuencias.
  1. Deje de hacer listas interminables de lo que los demás deberían hacer para mejorar, o aun, remediar la situación, saque cuentas de las cosas que Ud. podría hacer y busque, por que siempre, siempre, siempre hay que hacer.
  1. Si quiere desquitarse, deje de ser indiferente, tenga bronca, pero con propósito… Sea el mosquito en la noche de alguien y genere diferencia.

¡A ENCAUSAR LA BRONCA GENTES!

• Columna en colaboración para EseveHoy •