A ver, como les explico…
Una de las mejores cosas que me pudo pasar, hace ya años, fue encontrar esta frase que decía “Si usted cree que es muy pequeño para hacer la diferencia, es que nunca ha pasado una noche con un mosquito en su habitación”.
Empiezo con esta frase a manera de referente, para ponerlos en contexto de lo siguiente. Usualmente la gente me pregunta porque estudie Psicología… La respuesta siempre es la misma, porque es la única que tengo, “yo estudie Psicología para salvar el Mundo”. Aquí es donde les digo toda una serie de mentiras, como que mi interlocutor en ese momento me ve con ojos de absoluta admiración, como su rostro entero refleja una sorpresa desmedida, de cómo en ese momento les sueno más cuerda que nunca. Pero como tenga esa dolorosa manía de apegarme a la realizada y pagar el costo que usualmente deriva de decir la verdad, tengo que confesar que en esos momentos la persona con la que estoy hablando suele verme con esos ojos que uno ve a un niño cuando está a punto de explicarle que su amigo imaginario no existe o en el peor de los casos la reacción es la misma que tendría antes una persona que consideran padece delirios o complejo de grandeza. En resumidas cuentas es una reacción que incluye un poco de lástima, incredulidad, burla y compasión.
Pero hablando en serio, yo estoy absolutamente segura que puedo cambiar al Mundo y que lo hago todos los días. Con esto no sugiero que tengo algo excepcional, aunque estoy segura que todos tenemos algo, eso que nos saca del promedio y que cuando uno está chiquito denomina “súper poder”. Yo tengo uno que identifique y por diversas razones tuve la oportunidad de cultivar desde peque… ser molesta, persistentemente, dedicadamente, conscientemente, molesta; “como un mosquito en la habitación”. Con el tiempo me he dado cuenta que eso de “ser molestos” lo tenemos todos, la única diferencia es que algunos hemos tenido la suerte de entrenarnos más que otros.
Entonces, mi propuesta es está: porque no dejamos de creer tan pequeños y empezamos cada uno a cambiar el Mundo, todos los días, haciendo nuestro poquito, pero de forma constante; con el objetivo de llegar a ser “tan molestos como un mosquito en una habitación” y que, precisamente por esto, logremos que las cosas que tanto nos molestan y en las que gastamos tantoooo tiempo quejándonos vayan cambiando debido a nuestras acciones.
Les pongo varios ejemplos:
- Cambie al Mundo erradicando la pobreza… ¿cómo? ¿qué Ud. no es billonario? ¿Qué sale justo con sus cuentas, cómo va a andar por ahí terminando con la pobreza?. Pues yo creo que todos podemos y ¿por qué no?, le propongo qué tal si nos proponemos compartir lo mucho o poco que tenemos con alguien que lo necesite, que tal si cada vez que le dan ganas de comprarse cosas que SABE QUE NO NECESITA y que termina por no usar nunca, mete ese dinero en una alcancía y a final de mes se lo da a alguien que lo necesita, le hace un supermercado, le compra los útiles a alguien para empezar la escuela el otro año, le lleva leche y pañales, maseca, frijoles a una familia.
- Cambie al Mundo erradicando el hambre… ¿qué sigo escribiendo cosas sin sentido? No, tiene perfecto sentido. Y qué tal si Ud. compra un paquete de galletas ricas y nutritivas, lo anda a mano todo el tiempo y saca una cuando vea que alguien en la calle le sentaría bien comer algo; ¡o mejor aun! Tómese unos minutos de su tiempo en las mañanas y prepare un sándwich y se lo da alguien que lo necesite. Entre otras que se me ocurren y que se que a Ud. también se le están pasando por la cabeza.
- Cambiemos al Mundo erradicando la violencia al volante… Pero claro que he visto la cantidad de carros que se tiran, pitan, pegan, aceleran, etc. Los invito a hacer un experimento para que vean que fácil es generar cambio que se multiplica y que tiene un efecto domino innegable “cuando vaya manejando, en medio de la trabazón espantosa, y otro vehículo se quiera incorporar a la vía donde Ud. viene, deténgase, dele el paso y le ASEGURO que las probabilidades de que a quien Ud. le cedió el paso haga lo mismo con alguien más son bastante elevadas”.
- Cambie al Mundo haciendo que nadie pase frio… No me malinterprete, claro que no le voy a proponer que cambiemos el clima, pero sí que revise su closet y propóngase sacar toda la ropa de uso diario que no ha ni tocado en 3 meses, luego repártala entre gente que no tiene con que cubrirse. ¡Repítalo a los tres meses!
Estos son solo ejemplos, le garantizo que a todos se nos ocurrirán más todos los días una vez empecemos, pero recuerde, si somos pequeños, pero podemos llegar a “ser tan molestos como un mosquito en la habitación” y generar cambio, constantemente. Quítese de la boca frases como “Nadie hace nada”, “Alguien debería encargarse”, “Pareciera que a nadie le importa”; en vez de sentarse a quejarse o a deducir de quién debería ser la responsabilidad, sea Ud. quien hace algo al respecto, encárguese Ud., que le importe lo suficiente a Ud. para hacer un cambio.