A ver, como les explico.
Hoy les quiero hablar de un término que a muchos les cuesta pronunciar, ya no digamos llevar a la práctica y es precisamente la «Resiliencia».
Primero lo primero, partamos de definir en este caso a qué nos vamos a referir con Resiliencia en este caso, que es a lo que se refiere la psicología, ya que también el termino aplica para la Ingeniería y Ecología, sin que realmente varié mucho su significado. El termino Resiliencia, en Psicología, hace referencia a la capacidad que tiene una persona de pasar por situaciones dolorosas, circunstancias adversas, perdidas, entre otras; pero no estamos hablando de la capacidad de «soportarlo poniendo buena cara» durante el trayecto o aguantar lo suficiente hasta que la situación termine, ni remotamente a eso se refiere la Resiliencia. En realidad, el término se refiere a nuestra capacidad de sobreponernos a situaciones adversas o eventos traumáticos, pero no solo eso, si no hacerlo de la forma más efectiva y, al final, aprendiendo de estos eventos lecciones que podemos utilizar en otras ocasiones.
Ojo, no estoy diciendo que las personas resilientes no sienten dolor o miedo, o cualquier otra emoción o sentimiento desagradable o negativo que acompaña a este tipo de situaciones, tampoco estoy tratando de venderles la idea de que la Resiliencia hace que las experiencias desagradables se sientan bien solo porque entendemos que hay una «moraleja» al final de la historia. Pero, si nos detenemos y los pensamos un ratito… es precisamente sentir dolor lo que necesitamos para poder ser fuerte, o, por otro lado, es necesario el miedo para decir que somos valientes, al final nuestra fortaleza o valentía, en estos casos, es nuestra decisión de cómo afrontar la situación.
Entonces, parte de ser resiliente es saber que algo va a doler, ser efectivos canalizando ese dolor, sabiendo o aprendiendo que hacer con él. Al final es de entender, que aquí aplica el «si va a doler que sea rápido», ¿por qué?, sencillo, hay muchas situaciones en las que el dolor no es algo que este en nuestras manos sufrirlo o no, solo es «parte del combo», pero la parte que si está en nuestras manos es cómo digerirlo, además de si vamos a hacer lo necesario para que pase rápido o si por el contrario las decisiones que tomemos harán que el dolor duré aun más tiempo de lo necesario. Lo mismo pasa con la gente que se encuentra empeñada en «olvidar» una parte de su vida, o por lo menos tratar de «ignorarla», como si así fuera a desaparecer tarde o temprano, la Resiliencia nos recuerda que debemos recordar lo que hemos vivido, aunque no sean recuerdos agradables, ya que es la única forma de lograr aprender, si no cometeríamos el mismo error una y otra vez.
Creo que esto no es un concepto que mientras más repitamos se vuelve más real, creo que más se asemeja a un musculo, que mientras más ejercitamos se vuelve más fuerte. Ahora, ¿cómo podemos hacer esto?, pues yo considero que hay 2 formas que ayudan mucho.
- Aprenda a reírse de Ud. Muchas veces cuando vemos en retrospectiva, somos muy duros al juzgar nuestras decisiones que pertenecen al pasado, las sacamos de su contexto (de la situación en la que nos encontrábamos, de la persona que eramos, del momento en el que estábamos, etc) y las trasladamos a nuestro aquí y ahora (donde la situación es otra, nosotros somos otros, el momento es otro, etc) y, por ende, al juzgar nuestra decisión nos parece la mayor tontería del planeta y es cuando empezamos con «¿y en qué estaba pensando?», «era tan obvio ¿cómo no me di cuenta?», «tendría que haberlo sabido», entre otras. Eso nos hace capaces de sentarnos a emitir estas quejas sin fin y darnos golpes de pecho que ya no cambian nada de lo que ocurrió, lo cual nos resta energía y tiempo que podríamos estar invirtiendo en aprender de lo que ocurrió, para hacerlo diferente en un futuro. Es importante tenernos paciencia y reírnos de nosotros, entender que parte del proceso es no tener todo descifrado desde el principio, pero si mejorar cada vez.
- Sea flexible. Creo que aquí cabe muy bien la frase que dice que «la Vida es eso que pasa mientras uno está ocupado haciendo otros planes». La Vida no es justa, la Vida no es siempre linda, mucho menos perfecta; no la suya, la de nadie. Todo eso no la hace mala, al contrario, ¿cómo apreciaríamos los buenos momentos si no existieran los malos?. Que las cosas o la Vida no salga como nosotros lo planeamos ni si quiera quiere decir que salio mal, así que deje de perder tiempo haciendo berrinches al respecto y todo es más sencillo cuando logramos tener presente que «no tenemos porque entender todo».
En todo caso, a mi me gusta ver la Vida como una carrera universitaria, donde están estas materias pendientes de cursar, algunas de ellas pre-requisitos para otras, ahí es donde entra la Resiliencia; ya que si tengo que cursar la materia, sea de mi agrado o no, para lograr lo que quiero en la Vida (comparándolo con un título en tal o cual carrera) ¿por qué no aprender todo lo que pueda y hacerlo de la forma mas eficiente posible?, ya que de algo me servirá.
Así que ya sabe, si una situación sigue siendo difícil, es porque aun no ha aprobado esa materia, así que en vez de quejarse, pregúntese ¿qué es lo que tengo que aprender de todo esto?.