A ver, cómo les explico…
Hace un par días estaba esperando para entrar a una reunión, cuando la recepcionista me recibió me ofreció café y el periódico, le dije que el café se lo aceptaba encantada con una de azúcar y crema, pero que con el periódico «gracias, pero NO GRACIAS». Muy amable me explico que tenía varios, por si mi negativa se debía a querer leer tal o cual periódico en particular y le dije que no, que solo no leo periódicos porque están repletos de malas noticias y ella inmediatamente respondió «pero mire, lo que pasa es que estamos mal como país, yo no se qué nos pasa, qué pero solo somos muertos, asaltos, corrupciones, pero todo eso está pasando», sobre lo cual tiene razón y no pretendo negar, pero mi respuesta fue la siguiente «estoy más que de acuerdo con eso, pero Ud. y yo aquí estamos trabajando, tratando de hacer las cosas bien, desde temprano supongo, metiendole ganas, haciendo que la economía se siga moviendo, haciendo cosas fantásticas y tratando de hacer las cosas de forma correcta… La única diferencia es que sobre Ud., sobre mi o cualquiera de los otros que andan en las mismas allá afuera, casi no se escriben noticias».
A partir de esta conversación me quede dándole vueltas a la idea de ¿por qué tenemos está adicción a estar escribiendo, leyendo, comentando y compartiendo las noticias negativas?, me tomo mi rato identificar ciertas cosas, pero ya hice mi tarea y hoy les comparto los resultados.
Primero, el Mundo no se está deshaciendo. Se han dado cuenta la cantidad de gente que habla de todas las catástrofes alrededor del Mundo, como si no resultaran suficientes las que vivimos en el país, es como si sintieran que tienen la responsabilidad de comunicarnos todo lo malo que está pasando y al final aclarar que el planeta realmente nunca he estado tan mal como lo está actualmente. Creo que aquí nos preocupamos todos y perdemos de vista un punto bastante importante, y es que antes las noticia viajaban en barco o de boca en boca, y tardaban tanto en ser conocidas que muchas veces cuando los demás se enteraban las cosas ya se habían resuelto y hasta olvidado; pero ahora, gracias a la velocidad a la que viaja la información, no hay manera de no enterarse de lo que pasa en el país y en el resto del mundo, todo en cuestión de segundos. Así ¿será que realmente estamos peor, o será que sólo nos enteramos más rápido?
Segundo, saben que está comprobado que si dejamos de leer noticias negativas inmediatamente nos volvemos personas más felices, y que de igual manera el consumo frecuente de noticias negativas incrementa los niveles de agresividad, de temor y hasta logra que nos volvamos mucho menos creativos. Desde mi punto de vista llega hasta el extremo de distorsionar nuestra percepción de la realidad, ya que si hacemos el experimento les garantizo que salen de sus casas más preocupados de ser víctimas de la violencia que se vive en el país, que de ponerse el cinturón por si tienen un accidente por leve que sea, a pesar de que, por las probabilidades, debería estar más preocupado por el cinturón. Entonces ¿será que estamos sobrestimando riegos y subestimando otros a pesar de las probabilidades?. Y en todo caso dígame ¿cuando fue la última vez que Ud. tomo una buena decisión gracias a la «invaluable información» que obtuvo de una noticia negativa?
Tercero, sabe usted que las noticias negativas realmente tiene la capacidad de enfermarnos, ya que suprimen nuestro sistema inmunológico y hace que nuestro cuerpo disminuya la producción de una serie de sustancias qué se encargan desde que nuestro estado de ánimo hasta de regenerar nuestro organismo. Así que es usted que empezó a perder pelo o ya no le crece, sus uñas están débiles, se enferma con facilidad, se le pega cualquier gripe que esté de moda, una de las cosas que puede hacer es dejar de consumir tantas noticias negativas.
Y como cuarto y último punto, yo creo que todos tendríamos que ser noticia todos los días, sin importar si alguien las escribe o no. Considero que la noticia se hace, ya que no empiece existir cuando se redacta, así que propongo que nos convirtamos todos los días en buena noticias.
• Columna en colaboración para eseveHOY.com•